LA ESCUELA
Pueblo y Escuela nacieron juntos en torno a la Estación de Ferrocarril y en cierto modo fruto de la visión del Sr. Francisco Piria.Nace en el año 1883 y así lo expresa el Acta de Inauguración.
En el pueblo de Joaquín Suárez, Departamento de Canelones, a los 22 días del mes de enero del año mil ochocientos ochenta y tres, reunidos en el local que ocupa la Escuela de 1° Grado Rural N° 23 denominada "Juan Manuel Bonifaz", el Inspector Departamental de Instrucción Primaria Don Pío García, el preceptor de la misma Don Faustino Soto y Álvarez con la asistencia de algunos padres de familia y otras personas amantes de la educación se declara abierto el Establecimiento al servicio de los habitantes de esta localidad, recibiendo el Maestro todas las existencias de la referida Escuela bajo el más escrupuloso inventario.Daniel Muñoz publicó un artículo en un periódico de la época en el cual describía así el primer local escolar:
"La Escuela regalada por Piria es bastante amplia y decente. Una pieza de doce varas de largo por seis de ancho, bien ventilada, el piso asfaltado y por techo un cielorraso que ocultaba el tinglado. Una puerta y dos ventanas se abren al frente que da a la Estación y sobre la primera esculpida en una chapa de mármol se lee: "ESCUELA JUAN MANUEL BONIFAZ". Presente Allí la autoridad escolar representada por el Inspector Nacional, Sr. Ballesteros, el Inspector Departamental y los miembros de la Comisión de Instrucción Pública, dio principio la ceremonia entregando Piria la escritura de la propiedad y las llaves del edificio al Inspector Nacional como donación que hacía al Estado. Este agradeció con breves palabras y se comprometió a dotar a la nueva escuela del personal y útiles necesarios para que empezara a funcionar.
La misma abrió sus puertas a la comunidad el 22 de enero de 1883, por lo que cumplió este año 128 años.Luego se abrieron diferentes rutas por la necesidad de comunicación entre Montevideo y la campaña y se fueron mejorando.
La red ferroviaria nacional surge en el año 1869. Estas líneas fueron un gran actor de comercialización por muchas décadas. Por ellas no solo se comercializaban cereales: avena, trigo, maíz, etc. sino también ganado que llegaba al Puerto de Montevideo, con destino a Europa.
