“ Ni los mejores apuntes ni las mejores guías podrán sustituir al libro. En consecuencia debe estimularse desde temprano, tanto en la escuela como en el hogar, el contacto permanente con el libro, de modo que éste forme parte inseparable del entorno del niño, del adolescente y del adulto. Es decir, debe considerarse el libro como instrumento fundamental de la lectura. La biblioteca familiar, por pequeña que sea es, a los efectos del futuro manejo de la lengua, un ingrediente de importancia capital.”
Finol Colerra, V., Pérez, S. (1993)
El neoalfabetismo: expresión escrita y nivel de información de los bachilleres que ingresan a la Universidad de Zulia.
Maracaibo, Venezuela.
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